Un Loco Lindo

    Había una vez, en un mundo cirquero, un circo que se encontraba abandonado,
 unos pobres cuidadores con afecto y nostalgia de lo que fue lo mantenían como podían, alimentaban
 -cuando podían- a esos 11 leones feroces- o que alguna vez lo fueron-.


El mas joven de los cuidadores fue a hacer los mandados habituales, cuando en el camino encontró un tumulto de gente que regalaba aplausos al igual que abucheos, esto se debía a las palabras de un Loco lindo, que decidió estar allí, sentarse con su ropa casual -poco inusual- y expresarse, con su cautela, su loca cordura. Cuando la gente se disipo, el joven se acerco maravillado de lo que escucho y lo invito a comer, viéndolo algo hambriento.


En el camino, este Loco, con su rara manera de ser, hablaba lo justo y necesario, por esto el joven decidió preguntarle -¿que pasa que hablas poco?, a lo que este singular personaje respondió 
-Veras, el otro día tuve que abandonar una cabra herida en los montes, lo cual me provoca tristeza, y, veras, a mi la tristeza me prohíbe la felicidad-.


Al llegar a la carpa, se encontraron con el viejo cuidador lastimado, gravemente herido  y los leones sueltos; el joven pregunto que había pasado cuando este respondió -Unos malhechores se robaron nuestra comida, ahora no tenemos que darle a los temibles diablos rojos-.


Los diablos Rojos, eran una de las fuerzas mas poderosas de las cuales manejaban todo el reino, unas bestias tan temibles como malditas.


Los leones rugían hambrientos, acercándose al viejo cuidador, cuando el Loco lindo se acerco a uno de ellos, el león lo miraba desafiante, pero el Loco con su mirada centrada, se puso de cuclillas suavemente logro acariciarlo. Desde ese momento, los leones acompañaron a todos lados
a el, quien los cuidaba y se las arreglo para alimentarlos, mientras el joven sanaba las heridas del viejo cuidador y, en sus tiempos libres, arreglaba lo que podía de la carpa o de las gradas.


El Loco lindo se volvió un pseudo domador de los leones y estos recuperaron su ferocidad,
digna de ser reyes del reino animal.


El verano se acercaba y debían de entregarle comida a los Diablos rojos o serian castigados.
Pero poca comida les sobraba, casi nada, debían de alimentarse ellos tres mas los leones.


El Loco decidió ante esta eventualidad, ir a hablar solo con ellos a las altas tierras. Tras una larga caminata llego a las cuevas, se adentro en ellas lentamente, paso a paso buscaba a estas temibles bestias de quienes todos se ocultaban y aquellos que no lo lograban se rendían a sus pies.


Una de ellas se acerco a el, ferozmente le pregunto por la comida, el contesto -He venido por esa razón, nos han robado la comida, lo que nos queda apenas alcanza para nosotros y los leones-,-¡A mi no me importa!, tráenos la comida o sufrirán las consecuencias- contesto el diablo,- no tenemos comida para ustedes, lo que tenemos lo necesitamos.-. La bestia al escuchar esto, mostró sus dientes; llenos de ira, aparecieron de las sombras muchos otros diablos, en el instante en que estaban por rodear al Loco se escucho un temible rugido desde el afuera de la cueva, los diablos quedaron quietos cuando los leones del circo llegaron para defender al Loco. 
Una batalla empezó en donde, los diablos atacaban con su cola, y sus feroces dientes y garras, pero aun así los leones trabajando en equipo, lograron convertir su hambre por comida, en hambre de gloria, lo cual los llevo a batallar como una manada imparable, mas temible aun que los diablos rojos; lograron vencer, lo que hizo que, en todo el reino se cuente la historia del Loco y los leones, quienes desde un lugar remoto emergieron con un rugido que ahuyento a los mas grandes demonios. Una hazaña que solo cosecho aplausos. 

Un Loco que, no se sabe que fue, sera y es de el, pero que se sabe que donde este,

su loca cordura tiene mucho para enseñar.

"Nosotros deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos de vez en cuando   triunfan. Pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan, y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando."

            

  "Son mucho más importantes los principios que las conveniencias deportivas. 

  Los equipos con principios terminan a la larga siendo mejores deportivamente."

                                                                                                                                                                        

                                                                                                                                                                         Marcelo Bielsa